» Las manchas foliares por bacterias son una de las enfermedades más dañinas del pimiento.
» Un programa integrado para gestionar las enfermedades ofrece el mejor control de esta enfermedad.
» La resistencia a enfermedades es un componente importante del control de enfermedades.
Agente causal de las manchas foliares
Se han identificado cuatro especies que pertenecen al género de bacterias Xanthomonas como la causa de la mancha foliar por bacterias del pimiento, tomate y otras plantas solanáceas. De éstas, la especie Xanthomonas euvesicatoria es la causa más común de la enfermedad en pimientos en América del Norte.1 Existen cepas del patógeno que sólo infectan a los pimientos, otras que sólo infectan al tomate y otras más que infectan a ambas especies, lo cual puede ser importante a considerar cuando crecen dos cultivos cercanos.
Otra enfermedad de manchas foliares de pimientos que se puede confundir es la marchitez de plántulas o también llamada Syringae: el mal de los viveros y manchas foliares. En general, esta enfermedad se desarrolla únicamente en semilleros jóvenes y provoca manchitas en los cotiledones y primeras hojas reales. Las infecciones graves pueden matar a los semilleros jóvenes; no obstante, en general, los tejidos más maduros no están afectados y los semilleros infectados se pueden recuperar. A diferencia de la mancha por bacteria, la cual se ve favorecida por las temperaturas cálidas, el mal de los semilleros y las manchas foliares se desarrollan mejor en temperaturas relativamente frías, entre los 61 y 75 ºF (16 y 24 ºC)2,3. Esta enfermedad no es común y cuenta con una distribución limitada en América del Norte.
Síntomas de las manchas por bacterias
Las manchas por bacterias aparecen por vez primera como áreas pequeñas, hundidas en agua en los costados debajo de las hojas. Estas áreas se pueden convertir rápidamente en manchas grandes de hasta ¼ de pulgada (6.3 mm) de diámetro, de color café obscuro y un poco resaltadas (Figura 1). En los lados superiores de las hojas, las manchas están ligeramente deprimidas con bordes cafés y centros color beige. Las hojas infectadas se convierten de color amarillo y caen de manera prematura. Esta defoliación puede exponer a los frutos en desarrollo a escaldado y la pérdida de hojas reduce la capacidad de las plantas para dar apoyo adecuado al desarrollo del fruto.1,4
El patógeno también puede infectar el fruto y existen pérdidas significativas derivado de la caída de las flores y aborto de los frutos en desarrollo. Los frutos restantes podrían no ser comerciables debido a su tamaño pequeño, deformidades y lesiones cafés y circulares. Las bacterias de las manchas no pudren de manera directa a los frutos, pero las lesiones en los frutos pueden permitir la entrada a otros patógenos que pudren los frutos y que producen su descomposición.

Condiciones favorables
Las manchas por bacteria se desarrollan más rápidamente durante los periodos de temperaturas cálidas y condiciones húmedas prolongadas.4 El patógeno sobrevive en las semillas y sobre de éstas y en los desechos del plantío.1,5 Las semillas producidas a nivel comercial se tratan con frecuencia para reducir la presencia del patógeno; no obstante, inclusive una tasa de infección de bajas semillas puede producir niveles elevados de la enfermedad que se desarrolla en el campo.4
La enfermedad también puede brotar en trasplantes infectados.4 Es posible que el patógeno sobreviva en la superficie de los trasplantes sin que se produzcan síntomas visibles y estos semilleros sintomáticos e infestados pueden ser una fuente importante de infección una vez que se haya trasplantado a un campo.
El patógeno también puede sobrevivir en el campo en desechos del cultivo infestados por un tiempo limitado. La persistencia de los desechos (y del patógeno) depende de las condiciones ambientales y el patógeno puede sobrevivir en los desechos por, cuando menos, un año en algunas situaciones. Las hierbas infectadas y las plantas huéspedes voluntarias también pueden ser las fuentes del inóculo.6
Control
El control de las manchas por bacterias requiere de un programa integrado de estrategias de gestión. Se recomienda ampliamente usar semillas certificadas, sin enfermedades y trasplantes. Los tratamientos de semillas con agua caliente o químicos pueden reducir de manera eficaz los niveles de bacterias en la semilla y sobre ésta, pero los mismos también pueden reducir la viabilidad de la semilla y podrían invalidar las garantías de la compañía de las semillas si lo hace el agricultor. Por sí solos, los tratamientos de semillas no han sido suficientes para controlar de manera adecuada las manchas por bacterias.7
Para proteger a los semilleros durante la producción de trasplantes, se deberán seguir varios lineamientos importantes. Las bancas, superficies y materiales de los invernaderos se deberán limpiar y desinfectar con frecuencia. Los niveles de humedad se deberán mantener lo más bajo posible y la salpicadura de agua se deberá mantener al mínimo. Se deberán analizar los semilleros con frecuencia para conocer los síntomas.
También se requieren prácticas de sanidad para reducir los niveles de inóculo en el campo. Estas prácticas comprenden el control de las hierbas solanáceas, por ejemplo, la belladona, la Solanum carolinense y el estramonio. Las plantas silvestres de tomate y pimiento se deberán retirar y destruir, así como todas las plantas sintomáticas del plantío. Después de la cosecha final, rastrear residuos y surcar el campo lo más pronto posible para promover la rápida descomposición de los desechos del cultivo. Esto es de particular importancia destruir a las plantas que se plantaron en primavera antes de trasplantar un cultivo de otoño en el mismo campo. No se deberá replantar en abono orgánico o plástico que se haya utilizado en un cultivo anterior.
Se recomienda ampliamente esperar, cuando menos, un año de rotación entre los cultivos de pimiento y otras solanáceas y, de preferencia, se deberán esperar tres años. Los cultivadores también deberán evitar plantar pimientos, jitomates, berenjenas y papas cerca unos de los otros durante la estación.
Evitar usar el riego superior o con aspersores y trabajar en los campos cuando las plantas estén húmedas, puesto que la enfermedad se puede propagar con facilidad en la ropa de trabajadores, herramientas y equipo del campo cuando está presente la humedad realtiva. Limpiar el equipo que se haya utilizado en campos infestado antes de llevarlo a plantíos no infestados.
Las aplicaciones de bactericidas de cobre, por ejemplo, Kocide® y Champ® se pueden usar para proteger a las plantas y disminuir la propagación de las manchas por bacterias. Las cepas del patógeno resistentes al cobre son relativamente comunes, pero se pueden mezclar productos adicionales, tales como Tanos® o Serenade®, con los materiales de base cobre para mejorar la actividad y mejorar el control. No se deberán aplicar estos materiales con alta presión, rociadores de aire a presión, puesto que esto puede propagar el patógeno en el campo.5
Resistencia a enfermedades
Las variedades resistentes a las manchas por bacteria son un componente importante del programa de manejo de enfermedades y la resistencia es ahora el medio principal para manejar esta enfermedad. El primer gen de resistencia en el pimiento (Bs1) se identificó en la década de los 60. Este gen provoca que las plantas tengan una respuesta hipersensible a las infecciones, lo cual quiere decir que las células mueren con rapidez, por lo que detienen el crecimiento del patógeno. Otros genes hipersensibles que inducen la resistencia (Bs2, Bs3, Bs4 y Bst) se han descubierto desde ese entonces en el pimiento. Estos genes afectan a rasgos genéticos específicos del patógeno, pero el patógeno se ha logrado adaptar a estos genes de resistencia y se han desarrollado nuevas razas del patógeno que pueden superar esta resistencia.
A partir del año 2012, se han identificado once razas de patógenos de manchas bacterianas en los pimientos. Apilar o combinar varios genes de resistencia en un solo cultivar ofrece la resistencia a varias razas del patógeno y reduce la posibilidad de que se desarrolle una nueva raza. Hace poco, se identificaron dos nuevos genes de resistencia (bs5 y bs6) en pimientos. Estos genes trabajan de manera distinta, no inducen una respuesta hipersensible y cuando se usan en conjunto ofrecen resistencia a todas las razas conocidas en la actualidad. Las variedades de pimiento X10R® de Seminis incluyen una variedad de genes resistentes a las manchas por bacterias que ofrecen, cuando menos, niveles intermedios de resistencia para todas las razas conocidas de los patógenos de manchas bacterianas.7,8
Inclusive al plantar variedades resistentes del pimiento, el manejo de las manchas bacterianas en pimientos deberá incluir una estrategia integrada que incluya eliminar las fuentes potenciales de inóculo, promover condiciones ambientales menos favorables para la enfermedad, monitorear frecuentemente a los síntomas y proteger a las plantas contra las infecciones.9
Referencias
1 Ritchie, D. F. 2007. Bacterial spot of pepper and tomato. The Plant Health Instructor. DOI: 10.1094/PHI-I-2000-1027-01.
2 Arsenijevic, M. and Obradovic, A. 1997. A pathovar of Pseudomonas syringae causal agent of bacterial leaf spot and blight of pepper transplants. In Pseudomonas Syringae Pathovars and Related Pathogens. K. Rudolph et al. (eds.). Kluwer Academic Publishers.
3 Ontario Crop IPM. Pseudomonas bacterial spot. http://www.omafra.gov.on.ca/IPM/ english/peppers/diseases – and-disorders/pseudomonas-bacterial-spot.html.
4 Zitter, T. A. 1985. Bacterial Spot of Pepper. Vegetable MD Online. Fact Sheet Page 736.10.
5 McGrath, M. T. and Boucher, J. Managing Bacterial Leaf Spot in Pepper. Vegetable MD Online. http://vegetablemdonline.ppath.cornell.edu/NewsArticles/PepperLeafSpot.htm.
6 Egel, D. 2013. Bacterial spot of tomato and pepper. https://ag.purdue.edu/arp/swpap/Documents/ Bacterial%20Spot%20of%20Tomato%20and%20Pepper.pdf.
7 Stall, R. E. Jones, J. B., and Minsavage G. V. 2009. Durability of Resistance in Tomato and Pepper to Xanthomonas Causing Bacterial Spot. Annu. Rev. Phytopathol. 2009. 47:265–84.
8 Vallejos C. E., Jones V., Stall R. E., Jones J. B., Minsavage G. V., Schultz D. C., Rodrigues R., Olsen L. E., Mazourek M. 2010. Characterization of two recessive genes controlling resistance to all races of bacterial spot in peppers. Theoretical and Applied Genetics, 121:37-46.
9 Keinath, A. P. 2012. Controlling bacterial spot on tomato and pepper. Clemson Cooperative Extension. IL 91.
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Los resultados podrían variar por caso, así como el desempeño también podría variar entre ubicaciones y entre años. La información que se proporciona en este artículo podría no reflejar los resultados que usted podría obtener, puesto que varían las condiciones de cultivo, el suelo y el clima. Los cultivadores deberán evaluar los datos de distintas ubicaciones y años siempre que resulte posible. SE RECOMIENDA LEER SIEMPRE LAS INDICACIONES DE LAS ETIQUETAS DE LOS PLAGUICIDAS. Las recomendaciones de este artículo se basan en la información obtenida de las fuentes citadas y se deberá usar como referencia rápida para conocer información sobre cómo cultivar este cultivo. El tenor de este artículo no sustituye la opinión profesional de los productores, cultivadores, agrónomos, patólogos ni profesionales similares que se encargan de este cultivo en específico.
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