» La mancha bacteriana del fruto puede provocar pérdidas de hasta el 90% en la producción de la sandía.
» El patógeno bacteriano se transmite a través de la semilla y se puede propagar fácilmente por la salpicadura de agua y con el manejo de las plantas.
» Las actividades de manejo deberán incluir el uso de semillas sin enfermedades, salubridad adecuada y rotación de cultivos.
La mancha bacteriana del fruto (BFB) es una enfermedad que es relativamente nueva en los EE. UU., pero ha provocado pérdidas significativas en la producción en plantaciones comerciales de sandía. La BFB es provocada por la bacteria Acidovorax citrulli, la cual se observó por vez primera en los EE. UU. que produce enfermedades en las plantas de semillero de la sandía en 1965.
La fase de mancha bacteriana del fruto apareció por vez primera en los EE. UU. en una plantación comercial de sandía en Florida en 1989 y los brotes de la enfermedad han sido esporádicos en los EE. UU. durante los últimos 20 años. La enfermedad es particularmente problemática puesto que se puede transmitir por las semillas, se propaga con facilidad y puede producir pérdidas en la producción de hasta el 90% cuando es severa.
SÍNTOMAS
La sandía es muy susceptible a BFB, pero otras cucurbitáceas, incluido el melón, el pepino, la calabaza, la calabacita y calabacera también son susceptibles y pueden ser fuentes de inóculo para epidemias en la sandía.1 El patógeno se transmite por las semillas y los síntomas en las plantas de semillero se pueden observar entre los primeros cinco a ocho días después de haberlas sembrado. Estos síntomas incluyen que las partes inferiores de los cotiledones estén remojados (las hojas de las semillas) y, en ocasiones, colapso de las plantas de semillero. Las plantas de semillero son una fuente de inóculo para las infecciones en las hojas y frutos que se desarrollan con posterioridad durante la temporada.
En las hojas maduras, los síntomas de BFB incluyen lesiones obscuras, rojizas a cafés que se forman a lo largo de las venas de las hojas. Puede resultar difícil identificar estas lesiones y podrían parecer similares a las lesiones producidas por otras enfermedades en las hojas. Es probable que la infección de los tejidos de la hoja no tenga gran impacto directamente sobre la producción, pero sí brinda un inóculo que puede infectar el fruto.
El fruto se puede infectar de BFB durante la polinización o durante un periodo entre dos a tres semanas después de la polinización, pero conforme madure el fruto, desarrolla una capa de cera en la superficie que inhibe el desarrollo de la infección. En general, los síntomas se presentan en el fruto justo antes de la madurez de la cosecha. Primero aparecen como lesiones pequeñas, de color aceituna y conformas irregulares en el lado superior del fruto. Estas lesiones se pueden expandir con rapidez y crecer en conjunto y fusionarse como una mancha (o marca) grande de color verde oscuro en el fruto.2 De inicio, las lesiones son superficiales y no penetran en la carne de la sandía.

Conforme progresa la enfermedad, se forman grietas en el área lesionada y sale un líquido color ámbar del tejido. Estas grietas permiten que otros patógenos secundarios ingresen al fruto y pudran la fruta desde adentro.
INFECCIÓN
La bacteria que causa BFB sobrevive en las semillas de la fruta infectada, en los desechos de plantas infestadas en el suelo y en hierbas cucurbitáceas y plantas voluntarias infectadas. De éstas, se cree que la semilla infectada es la más importante para los brotes iniciales de enfermedades. La bacteria se propaga entre plantas con la salpicadura de agua (de lluvia o riego superior) en las manos y prendas de los trabajadores, así como en las herramientas y el equipo.1
El desarrollo de infecciones y enfermedades se ve favorecido por las altas temperaturas (por encima de los 90 °F o 32.2 ºC) y niveles altos de humedad relativa (por encima del 70%). Por consiguiente, la enfermedad no es tan frecuente en las regiones de cultivo más secas, tales como California.3 El patógeno puede vivir en la superficie de las plantas de semillero que crecen en el invernadero sin producir síntomas, pero provocar infecciones una vez que las plantas se hayan trasplantado al campo.
MANEJO
El manejo de BFB deberá incluir una combinación para evitar la introducción del patógeno, salubridad para eliminar los inóculos presentes y el uso de bactericidas si se presenta la enfermedad. No existen mucha disponibilidad de variedades de sandía que sean resistentes a la mancha bacteriana del fruto, pero existe cierta variación en la susceptibilidad entre las variedades.
El patógeno se puede transmitir mediante las semillas, por lo que los cultivadores únicamente utilizan las semillas que se han sometido a prueba para identificar la presencia del patógeno realizada por un laboratorio reconocido. En este punto, inclusive los lotes de semillas sujetos a prueba no se pueden garantizar como sin enfermedades, pero usar semillas con resultados negativos en la prueba de patógeno reduce en gran medida el riesgo de brote de una enfermedad. Las semillas también pueden recibir tratamientos con agua caliente o químicos, pero, en la actualidad, ningún tratamiento de semilla ha sido 100% eficaz.4
Debido a que se manejan más y se producen en entornos cálidos y húmedos, es más probable que los trasplantes de sandía estén infectados con el patógeno BFB que las plantas sembradas directamente; no obstante, con el aumento en la popularidad de las variedades sin semilla, cuya semilla es más costosa, es mayor el uso de trasplantes para la producción de sandía. Cada vez es más común que se injerten en risomas, lo cual eleva el riesgo de infección debido a las lesiones y mayor manejo en los cambios cada vez mayores de la infección.
Se deberá hacer una inspección constante de las plantas de semillero para identificar los síntomas de BFB, tanto en en invernadero, como después del trasplante.
Las plantas de semillero que presenten síntomas no se deberán trasplantar y se recomienda destruir todas las plantas de semillero de un lote de semillas que produjeron plantas infectadas.
Las hierbas cucurbitáceas y plantas voluntarias (sandía, melón, pepino, etc.) se deberán retirar de las áreas cercanas y alrededor de las áreas de trasplante y campos de producción. Los campos con desechos de plantas infestadas se deberán arar con profundidad para enterrar los desechos y deberá iniciar una rotación de tres años con cultivos no cucurbitáceos.
En caso de que se identifique una enfermedad en el campo, las aplicaciones de bactericidas con base de cobre, tales como el hidróxido de cobre, el hidroxosulfato de cobre u oxicloruro de cobre puede ayudar a demorar la propagación de la enfermedad y proteger al fruto de la infección.
Las aplicaciones deberán iniciar con el florecimiento o antes y continuar hasta que madure el fruto. El equipo utilizado en el campo con plantas infectadas con BFB se deberá limpiar de manera exhaustiva antes de usarlo en otras plantaciones de sandía.1,2
REFERENCIAS
1 Walcott, R.R. 2005. Bacterial fruit blotch of cucurbits. [Mancha bacteriana del fruto de las cucurbitáceas]. The Plant Health Instructor. [El instructor de la salud de las plantas]. DOI: 10.1094/PHI-I-2005-1025-02
2 Jett, L. W., Baker, T. P., Corwin, B . 2002. Mancha bacteriana del fruto de la sandía. Extensión de la Universidad de Missouri, ipm1011.
3 UC IPM. 2005. Bacterial Fruit Blotch. UC Pest Management Guidelines: Cucurbits. Mancha bacteriana del fruto. Lineamientos para manejar plagas: cucurbitáceas. http://www.ipm.ucdavis.edu/PMG/r116101711.html
4 ASTA. 2009. Bacterial Fruit Blotch. A commercial growers guide. [Mancha bacteriana del fruto. Una guía para agricultores comerciales]. http://www.amseed.org/pdfs/issues/phytosanitary/bacterial-fruit-blotch-bfb.pdf
Las fuentes web se verificaron el 21/04/2016.
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Los resultados podrían variar por caso, así como el desempeño también podría variar entre ubicaciones y entre años. La información que se proporciona en este artículo podría no reflejar los resultados que usted podría obtener, puesto que varían las condiciones de cultivo, el suelo y el clima. Los cultivadores deberán evaluar los datos de distintas ubicaciones y años siempre que resulte posible. SE RECOMIENDA LEER SIEMPRE LAS INDICACIONES DE LAS ETIQUETAS DE LOS PLAGUICIDAS. Las recomendaciones de este artículo se basan en la información obtenida de las fuentes citadas y se deberá usar como referencia rápida para conocer información sobre cómo cultivar este cultivo. El tenor de este artículo no sustituye la opinión profesional de los productores, cultivadores, agrónomos, patólogos ni profesionales similares que se encargan de este cultivo en específico.
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