Marchitez del Chile

» La marchitez del chile causada por Phytophthora puede afectar toda la planta y causar pérdidas significativas del cultivo.

» El patógeno puede sobrevivir en el suelo por varios años y puede infectar a una amplia gama de plantas.

» Su manejo requiere integrar rotación de cultivos, manejo de suelo y agua, uso de variedades resistentes, así como la aplicación de fungicidas cuando sea necesario.

 

El patógeno

La marchitez del chile es causada por el patógeno Phytophthora capsici (P. capsici), pese a que otras especies de Phytophthora Pythium pueden, en ocasiones, infectar chiles y producir síntomas similares.1

P. capsici pertenece al grupo oomicetos (moho acuoso) de organismos del reino fungi. P. capsici se presenta de manera natural en varios suelos y produce esporas resistentes con paredes gruesas (oosporas), las cuales pueden seguir siendo viables en el suelo durante varios años. El patógeno también puede sobrevivir en los desechos infestados del cultivo.

P. capsici se extiende mediante el movimiento del suelo o por el agua que corre en un área infestada. El patógeno también se extiende por el viento o por salpicadura de agua a modo de estructuras similares a las esporas, denominadas esporangios. Los esporangios pueden germinar de manera directa e infectar el tejido del pimiento o pueden producir varias esporas flotantes (zoosporas) que se extienden en la superficie de la planta en películas de agua e inician infecciones múltiples. Este patógeno se presenta en distintas formas de huéspedes, puede producir la enfermedad en varios cultivos solanáceos, por ejemplo, de chiles, berenjena   y   jitomate, así   como   en   cultivos cucurbitáceos, por ejemplo, de pepino, calabacita, calabaza, sandía y melón. P. capsici también infecta a los ejotes silvestres, malezas solanáceas como el tomatillo del diablo y el geranio manchado de Carolina.2

La enfermedad

La marchitez del chile es sumamente dañina y puede producir una pérdida total del cultivo antes de su primera cosecha.2 La enfermedad se ve favorecida por las condiciones cálidas con temperaturas del aire de 24 a 29 ºC (75 a 85 ºF) y las temperaturas del suelo por encima de los 18 ºC (65 ºF). El patógeno requiere condiciones húmedas para infectar, se requiere de suelos saturados en las raíces y tallos inferiores. Con frecuencia, aparece la enfermedad por vez primera en las áreas bajas de los campos y al final de los ciclos de riego cuando el agua se drena del sistema (por ejemplo, los extremos inclinados hacia abajo de los lechos de riego por gota). Se requiere de humedad libre en las superficies de las plantas para que se infecten los tallos, hojas y frutos. Con frecuencia, la enfermedad inicia desde el inóculo que se encuentra en el suelo o de trasplantes infectados. El inóculo también puede estar presente en el agua superficial (estanques y corrientes) que se usan para riego o en residuos infectados, por ejemplo, las frutas en putrefacción en las pilas de desechos.

Repetir plantaciones de cultivos susceptibles sin rotación, así como la lluvia torrencial o un riego en exceso o sin precisión, puede producir brotes graves de la marchitez del chile.

Síntomas

Las plantas se pueden infectar en cualquier momento durante la temporada y se pueden infectar todas las partes de la planta. Las fases de la enfermedad incluyen la putrefacción de las raíces, copas y frutos, así como hojas y tallos.1 La infección de plántulas en semilleros produce Damping off y las plantulas puede caer y morir rápidamente. Sin embargo, pocas plantas morirán si las temperaturas son bajas.1

 

Figura   1.   Plantas   de   chile que muestran síntomas de marchitamiento   y   humedecimiento   provocado   por la marchitez del chile. Gerald Holmes de la Universidad Politécnica del Estado de California ubicada en San Luis Obispo, Bugwood.org Figura 1. Plantas de chile que muestran síntomas de marchitamiento y humedecimiento provocado por la marchitez del chile. Gerald Holmes de la Universidad Politécnica del Estado de California ubicada en San Luis Obispo, Bugwood.org

 

Con frecuencia, en las plantas más maduras, las infecciones ocurren primero en las copas en la línea de suelo o apenas encima de ésta. Las lesiones negras se desarrollan en la corona y en los tejidos basales del tallo. Estas lesiones se expanden y, después, pueden rodear al tallo, lo cual produce un marchitamiento permanente por encima de las lesiones. Las áreas infectadas de las raíces se empapan con el agua y se vuelven de color café chocolate. Tanto las raíces primarias como las laterales se pueden infectar. Es frecuente que las raíces laterales pequeñas se pudran, lo cual produce raíces primarias más cortas. La salpicadura de agua puede extender el patógeno al follaje superior y producir lesiones en el tallo e infecciones en los frutos. Las infecciones de las hojas no son tan frecuentes, pero pueden ocurrir, lo que demuestra que las lesiones circulares tienen orillas obscuras y centros cafés. La putrefacción de las raíces y del tejido del tallo restringe el flujo de agua en la planta, lo que produce el marchitamiento de las hojas. El marchitamiento durante el calor del día expone a los frutos y puede producir quemadura por sol. La putrefacción de los frutos es muy frecuente, en especial cuando éstos entran en contacto con el suelo. La humedad, las lesiones color crema que se forman en los frutos, y estas áreas se pueden cubrir con una capa de crecimiento blanco de moho. Los frutos afectados se secan, pero siguen colgados de la planta. En ocasiones, los frutos se pueden infectar en el campo, pero los síntomas no aparecen sino hasta después de la cosecha cuando se trasladan los frutos al mercado.

Manejo

Tener un control completo de la marchitez del chile es muy difícil en caso de que el patógeno se encuentre presente y las condiciones sean favorables. La primera medida de defensa es evitar la introducción del patógeno usando trasplantes limpios y lavado a presión de cualquier suelo potencialmente infestado por haber estado en un campo infestado antes de ingresar a las áreas no infestadas.

La mejor forma de manejar la enfermedad una vez que se encuentra presente el patógeno es usar un programa integrado de rotación del cultivo, gestión del agua, gestión del suelo, uso de cultivares resistentes y aplicaciones de fungicidas.4 Las rotaciones de cultivo a largo plazo con una separación de tres a cuatro años para alejar a los huéspedes susceptibles, por ejemplo, los cultivos solanáceos y cucurbitáceos, no eliminará la presencia del patógeno, sino que la rotación reducirá la acumulación de inóculo en el suelo. Promover un buen drenado del suelo y prevenir encharcamientos, plantar en camas elevadas y no en áreas bajas, ayuda a evitar que las plantas crezcan en suelos saturados por periodos amplios. El uso de abonos naturales o plásticos ayuda a reducir la salpicadura de inóculo hasta el follaje y evita que los frutos entren en contacto con el suelo.4 Usar agua de pozo para riego, en vez de fuentes de agua superficial potencialmente contaminadas, puede evitar la introducción o extensión del inóculo por riego. Usar el riego por gota, en vez de los sistemas de riego de precisión, reduce la extensión del inóculo en el follaje y reduce la presencia de capas de agua en las superficies de la planta que facilitan la infección.

La resistencia del huésped a Phytophthora protege únicamente contra infecciones de la corona y no brinda protección en contra de las fases foliares, sólo los niveles intermedios de resistencia se encuentran disponibles en chiles. Las plantas resistentes se pueden infectar y mostrar síntomas, pero en una medida menor de lo que se aprecia en variedades totalmente susceptibles. El uso excesivo de variedades resistentes puede producir el debilitamiento de dicha resistencia conforme se adapta el patógeno, por lo que usar estrategias para demorar el desarrollo de nuevas razas del patógeno prolonga la utilidad de estas variedades.4

Al igual que con las otras estrategias de gestión que ya se abordaron, el uso de fungicidas reducirá los diversos niveles de gravedad de la enfermedad, pero no controla la enfermedad del todo y las aplicaciones de fungicida no son muy eficaces una vez que aparecen los síntomas.4

Existe un número de fungicidas disponible y etiquetado para usarlo en contra de la marchitez del chile, pero existen diferencias en estos productos sobre las cuales los agricultores deben estar conscientes al elegir los productos. Los fungicidas varían en cuanto al lugar y momento de aplicación y en el intervalo requerido precosecha (PHI, por sus siglas en inglés). Se aplican algunos fungicidas al suelo, ya sea durante la siembra o conforme se inunda el suelo o se riega mediante aspersor después de sembrar. Se pueden   aplicar   otros   fungicidas   como   atomizadores   foliares durante   toda   la   temporada.5 Los   requisitos   de   PHI   varían dependiendo del producto, entre 0 y 30 días. Inclusive un producto con un PHI de 5 días podría no ajustarse del todo al sistema cuando se programan las cosechas semanales.

La resistencia del patógeno se ha desarrollado ante ciertos fungicidas que se usan contra de la marchitez del chile. En particular, la resistencia para el grupo fenilamida de fungicidas, la cual incluye al metalaxil y al mefenoxam (Ridomil Gold®), se ha desarrollado en varias áreas y estos fungicidas ya no son eficaces para estos efectos en estos lugares.4 Para demorar el desarrollo de patógenos resistentes a los fungicidas, se invita a los cultivadores, en las instrucciones de las etiquetas de los productos, a que alternen las aplicaciones y/o a que mezclen fungicidas en tanques con diversos modos de acción.5

Es mejor no usar fungicidas ni cultivares de chiles resistentes en áreas sin antecedentes de la enfermedad para ayudar a mantener la eficacia de estos productos; no obstante, es adecuado usar variedades resistentes y/o fungicidas en campos no infestados que se ubican en granjas donde el patógeno se encuentra presente en otros campos de dicha granja.

Referencias

1 Zitter, T. A. 1989. Phytophthora blight of cucurbits, pepper, tomato, and eggplant. Vegetable MD Online. Fact Sheet Page: 736.20 Date:8-1989.
2 Louws, F. J., Holmes, G. J., and Ivors, K. L. 2008. Pepper – Phytophthora blight. NC State University Fact Sheet, North Carolina Cooperative Extension Service.
3 Koike, S., Davis, R., and Subbarao, K. 2012. Peppers: Root and crown rots and damping-off diseases. UC IPM Pest Management Guidelines: Peppers. UC ANR Publication 3460.
4 Keinath, A. P. 2012. Managing Phytophthora diseases of squash and pepper. Clemson Cooperative Extension. Plant Pathology. IL 85.
5 Engel, D. et al. 2016. Midwest vegetable production guide for commercial growers.

Información adicional

Para obtener información adicional sobre agronomía, no dude en comunicarse con su representante local de semillas. Desarrollado en asociación con Tecnología, Desarrollo y Agronomía de Bayer.

Los resultados podrían variar por caso, así como el desempeño también podría variar entre ubicaciones y entre años. La información que se proporciona en este artículo podría no reflejar los resultados que usted podría obtener, puesto que varían las condiciones de cultivo, el suelo y el clima. Los cultivadores deberán evaluar los datos de distintas ubicaciones y años siempre que resulte posible. SE RECOMIENDA LEER SIEMPRE LAS INDICACIONES DE LAS ETIQUETAS DE LOS PLAGUICIDAS. Las recomendaciones de este artículo se basan en la información obtenida de las fuentes citadas y se deberá usar como referencia rápida para conocer información sobre cómo cultivar este cultivo. El tenor de este artículo no sustituye la opinión profesional de los productores, cultivadores, agrónomos, patólogos ni profesionales similares que se encargan de este cultivo en específico.

SEMINIS NO GARANTIZA LA PRECISIÓN DE LA INFORMACIÓN O RECOMENDACIONES TÉCNICAS DEL PRESENTE Y SE EXIMIRÁ DE TODA RESPONSABILIDAD EN CASO DE DEMANDAS SUSTENTADAS EN DICHA INFORMACIÓN O RECOMENDACIONES. 150501131204 051515SMK

Seminis® es una marca registrada de Seminis Vegetable Seeds, Inc.

Todas las demás marcas registradas son propiedad de su respectivo dueño. ©2020 ​Seminis S. de R.L. de C.V. 

This browser is no longer supported. Please switch to a supported browser: Chrome, Edge, Firefox, Safari.