La paratrioza o pulgón saltador es una de las plagas más temidas en las producciones de chile y tomate, entre otros vegetales.
Este insecto chupador, Bactericera cockerelli (Sulc.), se alimenta de la savia de las plantas y su toxina (transmitida por ninfas) puede causar que las plantas se tornen amarillentas y débiles, reduciendo el rendimiento y calidad de los frutos; además, el fitoplasma de la paratrioza en fase de ninfa o adulta es el causante de la enfermedad conocida como “permanente” del tomate (o del pimiento).
En su fase adulta, este adulto mide 1.6 mm y es capaz de saltar con facilidad hacia otras plantas. En un lapso de 15 días, la hembra es capaz de depositar 500 huevecillos ovalados de color amarillento-naranja en las hojas de la planta, principalmente en las secciones apicales y en los brotes nuevos.
La paratrioza tiene forma parecida a la de un pulgón; en su fase adulta tiene un color ámbar que pasa hacia el café oscuro o negro, con alas transparentes. Su ciclo biológico óptimo se da con 336 Unidades Calor (UC) a 23 °C. La temperatura mínima de desarrollo es a 7 °C.
Este insecto pasa por cinco estadíos ninfales en el envés de las hojas en forma de escama. Las ninfas tienen un color verde-amarillento con ojos rojizos. Como ninfa y como adulta, la paratrioza succiona los nutrientes de la planta y le transmite enfermedades, las cuales dejan síntomas como clorosis en los brotes apicales, rizado en las hojas inferiores, necrosis y abortamiento de las flores.
En caso de detectarse en un campo, el primer paso es conocer su proporción en el cultivo; es decir, saber cuántos insectos están presentes y en qué estado biológico se encuentran. El monitoreo es clave para aplicar una táctica de manejo eficaz.
Parte del monitoreo implica un muestreo de foliolos, los cuales se hacen dos veces por semana en las orillas y centro del cultivo, analizando minuciosamente, con ayuda de lupas, la parte media a baja de las hojas de la planta.
Para conocer la incidencia de insectos adultos, se realiza un muestreo con red entomológica (trampas amarillas), con dos sesiones por semana analizando las orillas y centro de la tabla.
Para eliminar la plaga, la primera recomendación es destruir las malezas hospederas y todas las plantas que pudieran haber estado infectadas. Después, por la gravedad del ataque, se utiliza controles biológicos y químicos para combatirla.
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las fuentes citadas y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca de:
https://www.oirsa.org/contenido/Manual%20Bactericera%20Cockerelli%20version%201.3.pdf}
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este cultivo específico.
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Attribution: Whitney Cranshaw, Colorado State University, Bugwood.org