La misión de todo agricultor mexicano es darle la oportunidad al consumidor de obtener frutas y vegetales de gran sabor, apariencia y valor nutritivo. Esta calidad de las hortalizas cosechadas depende de una multitud de factores, desde elegir la variedad que responda las necesidades de tu producción y analizar la forma de siembra, hasta las técnicas de riego que utilizas e implementar los materiales necesarios para nutrir tus cultivos.
En este artículo te compartimos algunas recomendaciones de buenas prácticas agrícolas para que logres la inocuidad necesaria en tus cultivos durante los procesos de producción, concentrándonos especialmente en la seguridad del agua utilizada y en la higiene del personal que maneja tu cosecha. Estos son los factores que más necesitan atención para evitar el riesgo de intoxicación o transmisión de enfermedades, que afectarían a los consumidores y también la seguridad de tus campos.
Limpieza y seguridad del agua utilizada
Las buenas prácticas agrícolas son aplicables a todas las etapas de vida de la hortaliza, desde el análisis previo a la siembra hasta el empacado y traslado de la cosecha a sus puntos de venta. Para lograr un estado de inocuidad general, hay que tener en cuenta sobre todo el momento de la producción, en especial lo que involucra el líquido que se usa en los campos y durante el manejo del producto.
La seguridad de la fuente de agua inicia desde el interior de las líneas de riego, por lo que es vital cuidar en qué condición se encuentran. La película biológica que se forma en las líneas y canales se compone de distintos microorganismos tanto benéficos como patógenos que se adhieren en las paredes; estos microbios se alimentan de los nutrientes que deberían ser aprovechados por las plantas, lo cual obliga a los agricultores a utilizar más cantidad de fertilizantes para mantener a los cultivos bien alimentados y evitar deficiencias nutricionales.
Es importante prestar atención a cómo se limpian los canales y líneas de agua. Por ejemplo, muchos agricultores y especialistas utilizan cloro para esta tarea, pero al usar esta técnica se puede cometer el error de dejar el cloro muy poco tiempo, lo que causa que no se surta el efecto deseado.
El agua para la agricultura puede ser uno de los principales vehículos de transmisión de patógenos que contaminan frutas y verduras y ser la causa de muchos problemas en las plantas que no eran considerados factores de interés en el pasado. Los análisis de agua y el tratamiento adecuado pueden reducir la incertidumbre de los agricultores respecto al origen de los problemas con sus cultivos, por ejemplo, muchos estudios de investigación apuntan que el origen de las dificultades con Pythium y Phytophtora es la transmisión por el agua de riego.
La Buena Práctica Agrícola más básica y sencilla de implementar para asegurarnos de mantener la fuente de agua en nuestros campos limpia y segura, es realizar un constante análisis de posibles contaminaciones externas. Las heces y desechos de animales salvajes, las herramientas de trabajo sucias e incluso la interacción con el personal de trabajo, puede movilizar microbios y organismos patógenos hacia tus plantas.
Por último, la temperatura, y sobre todo la humedad, son muy importantes para la inocuidad. Es necesario mantener tu cosecha en un lugar fresco y seco, especialmente si se han precortado las hortalizas para su venta procesada, pues las altas temperaturas y la humedad fomentan el crecimiento de patógenos bacterianos como el E. coli o la Salmonella. Cuando el producto comienza a calentarse, disminuye la seguridad alimentaria; como regla general, el producto una vez cosechado no debería ser expuesto a temperaturas de más de 10 grados centígrados, ya sea en almacenamiento o en su transporte.
Higiene del personal
La higiene de las personas encargadas de cosechar las hortalizas influye directamente en la inocuidad del producto, pues una gran variedad de microbios y patógenos se transmiten por el contacto con el ser humano. Aunque tus frutas o verduras hayan sido cultivadas con los procesos de calidad más altos y con tecnología de última generación, un descuido higiénico al momento en que interviene una persona puede llevar a la pérdida de una buena parte de los frutos de tu trabajo.
Todos los riesgos físicos, químicos o biológicos por parte de quienes son parte del manejo de los cultivos pueden ser evitados mediante buenas prácticas agrícolas. Las mejoras en este ámbito tienen que comenzar “desde arriba”, es decir que los encargados deben proveer las herramientas y equipo necesarios para el trabajo, además de establecer los lineamientos para producir alimentos saludables en todas las etapas del cultivo, desde la siembra hasta la distribución.
Para alcanzar este grado de calidad, es muy importante que los encargados también motiven a los trabajadores y promuevan las buenas prácticas para que sean llevadas a cabo naturalmente en todos los procesos y sean parte integral de las funciones de cada agricultor y empleado. Entre las buenas prácticas que podemos realizar para alcanzar la inocuidad de parte de quienes manejan el producto cosechado tenemos:
- Lavarse las manos después de ir al baño, rascarse, usar un pañuelo, fumar, manejar herramientas o tierra, tomar dinero, etc.
- No se debe comer ni tocar ningún alimento en las áreas de los cultivos, ya sea al cosechar como en el manejo o empaque.
- La higiene personal es muy importante. Se debe poner atención a tomar un baño diariamente, mantener cortos y ordenados el cabello y las uñas, vestir ropa limpia al trabajo, etc.
- Para reducir enfermedades respiratorias, gastrointestinales o de cualquier tipo, y así evitar posibles contaminaciones, es ideal que los empleados se mantengan en condiciones saludables. Los encargados pueden colaborar manteniendo un ambiente en el trabajo propicio para esto.
- Los accidentes o lesiones ocurridos en las áreas de trabajo deben ser reportadas lo más pronto posible, tanto por la seguridad del empleado como por asegurar la calidad del producto.
La práctica de estas costumbres y recomendaciones dependen de una revisión periódica, teniendo en mente también que se debe proveer a los nuevos empleados con oportunidades de aprender estas buenas prácticas si no las conocen.
¡Gracias por leernos una vez más! Esperamos que estos consejos te hayan ayudado a planear tácticas para mejorar tus resultados en el campo. Mantente al pendiente para más información agrícola en próximos blogs Seminis.
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las fuentes citadas y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca de:
https://www.pma.com/es/Content/Articles/2017/10/FSMA-para-los-exportadores-mexicanos
https://www.hortalizas.com/proteccion-de-cultivos/inocuidad-vegetal-la-anticipacion-como-factor-clave-de-la-proteccion-de-cultivo/
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este cultivo específico.