La industria agrícola está en constante evolución al buscar nuevas formas de mejorar el rendimiento de los campos o al perfeccionar antiguos métodos, adaptándolos a las necesidades modernas de los productores y agricultores. En el artículo de esta semana, te presentamos información sobre una de estas técnicas que pueden llegar a ser parte del manejo habitual de tus hortalizas, con el fin de que tengas cosechas abundantes de gran calidad.
Los cultivos de cobertura se definen como una cobertura vegetal viva, que protege el suelo agrícola, y que puede sembrarse en asociación, como cultivos de relevo, o en rotación de cultivos en su propio ciclo de siembra; muchas variedades de plantas se utilizan con este fin, como diversos tipos de avenas, pero por lo general se emplean leguminosas. Esta práctica no es moderna, sino que se ha perfeccionado a lo largo de los años hasta alcanzar a ser una solución agrícola controlada y que puede adaptarse a las necesidades de cada productor.
Pero ¿para qué sirven exactamente estas plantas y cómo te pueden beneficiar en tu trabajo? La respuesta a esta pregunta es amplia, pues los cultivos de cobertura tienen funciones variadas y múltiples propósitos, que incluyen la supresión de malezas, conservación de suelo y agua, control de amenazas, alimentación de ganado, e incluso pueden servir para el consumo humano.
El beneficio más evidente de los cultivos de cobertura es que protegen un recurso natural muy importante que en ocasiones puede no ser tomado en cuenta lo suficiente: el suelo agrícola. Estas plantas ayudan de manera general contribuyendo a reducir la deforestación, y mejoran la filtración del agua proporcionando canales por medio de sus raíces, lo que ayuda a evitar inundaciones. Además, combate la sedimentación al mantener unidas las partículas del suelo.
Bajo cultivos de cobertura, la formación de agregados más estables y una mayor aireación produce disminución en la densidad del suelo, lo que generalmente es beneficioso para el crecimiento de la planta y sus raíces, pues un subsuelo muy compactado es un problema en los campos productivos; este “laboreo biológico” se puede lograr con plantas que tengan raíces lo suficientemente fuertes como para penetrar el subsuelo compactado, por ejemplo la alfalfa o el gandul. Por otra parte, no se recomienda utilizar cultivos de cobertura en regiones donde las sequías sean frecuentes, pues habría competencia con las hortalizas principales para obtener el agua de riego.

Por su amplio rango ecológico, los cultivos de cobertura son versátiles, y cuentan con la diversidad necesaria para adaptarse a las características climáticas de cada región agrícola, como diferentes niveles de luz solar o de humedad ambiental. A continuación te presentamos algunos ejemplos de esto:
- En los sistemas agrícolas de clima templado, el uso de los cultivos de cobertura se implementa para reducir el nivel de insumos inorgánicos, como herbicidas y fertilizantes. También ayudan a reducir la lixiviación del nitrógeno durante el periodo de descanso, así mismo que pueden limpiar el suelo de plagas y malezas si se siembran en el intervalo entre los cultivos principales, en un sistema de rotación de cultivos. Las leguminosas de los géneros Vicia y Trifolium, además del género Brassica, son comunes para las regiones con este tipo de clima.
- Los cultivos de cobertura cumplen con tareas muy importantes en las regiones semiáridas, conservando el agua en el suelo y controlando la erosión debido al viento. Por lo general se siembran durante la época en que haya lluvias, pero otras especies, como Canavalia ensiformis, dan cobertura al suelo hasta por tres meses después de que hayan terminado las precipitaciones; sin estas plantas, la tierra estaría vulnerable hasta la próxima temporada de siembra. Algunos otros de los cultivos de cobertura para estas regiones pueden ser la alfalfa y el trébol de Alejandría, que cumplen con diversas funciones, como ser buen alimento para ganado o como abono verde para la nutrición del suelo agrícola.
- En las tierras de cultivo que tienen un clima tropical, los cultivos de cobertura son importantes para el control de malezas, el manejo de la fertilidad del suelo e intensificación del rendimiento. También se utilizan para la conservación del suelo de la erosión sobre todo cuando se siembra en las laderas de las montañas; un ejemplo de este uso, y que además sirve para consumo animal, es la especie Medicago hispida.
- Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, algunos ejemplos de cultivos de cobertura en México son: para los campos de maíz y chiles, Canavalia ensiformis, mientras que el calabacín y el tomate se asocian con las leguminosas del género Vigna.
Además de esta protección de la tierra, algunos cultivos de cobertura pueden incrementar el rendimiento de tus campos al aumentar la cantidad de nitrógeno en la tierra, volviéndola más fértil. El nitrógeno es producido directamente por estas plantas, o cuando estos cultivos se usan como abono verde. Con esta ventaja, los productores pueden ahorrar recursos económicos al utilizar una menor cantidad de fertilizantes.

Con los cultivos de cobertura hay aún más posibilidades para la reducción de costos, pues otros gastos externos se pueden evitar o disminuir, como el uso de herbicidas o la mano de obra para deshacerse de malezas. Con la velocidad de crecimiento y volumen de biomasa de estas plantas, puedes competir efectivamente contra el vigor de las hierbas malas que quitan nutrientes a tus sembradíos. Como una muestra específica del éxito de los cultivos de cobertura al ser usados correctamente, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina, señaló en 2015 que logró reducir la erosión eólica en un 30% y hasta un 85% la densidad de malezas al utilizar cebada y centeno en localidades agrícolas de aquel país.
Un cultivo de cobertura, como cualquier hortaliza, tiene sus cualidades específicas, como duración (estacional o perenne), hábito (postrado, erecto o trepador), vigor (vigoroso o de crecimiento lento), tolerancia a clima (a frío, sequía, humedad, etc.), por lo tanto, analizar esta información es vital para prevenir que los cultivos de cobertura resulten incompatibles con tus tierras u hortalizas. Por ejemplo, si no se consideran estas variables, ciertas especies de cultivos de cobertura invernales pueden llegar a inhibir el crecimiento de las raíces de las plantas de algodón.
En conclusión, considerando toda esta información te recomendamos que, si quieres aprovechar esta técnica agrícola de cultivos de cobertura para solucionar necesidades en tus campos, consultes con especialistas y analices a profundidad todas las variables que puedan surgir en tus sembradíos. Recuerda que la mejor forma de emplear estas plantas es para abordar varias áreas de oportunidad a la vez, como subir la fertilidad del suelo, combatir malezas o prevenir la erosión de la tierra.
Esperamos que este artículo te motive a investigar más sobre el tema y puedas así llevar la productividad y abundancia directamente a tus campos agrícolas. ¡Gracias por leernos una vez más! Espera más información y soluciones agrícolas en el próximo blog Seminis.
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las fuentes citadas y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca de:
http://www.fao.org/livestock/agap/frg/agrofor1/Pound7.htm
Imágenes obtenidas de lo siguientes sitios de internet, por orden:
http://plantcovercrops.com/do-cover-crops-hinder-corn-population/
https://content.ces.ncsu.edu/winter-annual-cover-crops
https://www.npr.org/sections/thesalt/2017/03/16/520281317/how-to-make-farmers-love-cover-crops-pay-them
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este cultivo específico.