Los pimientos, imprescindibles en los hogares mexicanos y de las hortalizas más valiosas para la industria agrícola del país, tienen sus peculiaridades al momento de introducirlos al campo en el ciclo de siembra. En el blog Seminis de esta semana recordaremos tres puntos a tomar en cuenta para comenzar a cultivar pimiento de la mejor manera y obtener una cosecha abundante.
Clima y temperatura
En cuanto a temperatura, los pimientos son hortalizas exigentes que necesitan climas específicos a sus distintas etapas de desarrollo. Para sus momentos de germinación, la temperatura óptima es de 20 a 25 °C; durante el proceso de crecimiento vegetativo prefiere 20 a 25 °C durante el día y 18 a 20 °C en la noche; mientras que cuando comienzan a surgir las flores y frutos necesita de 26 a 28 °C en el día y 18 a 20 °C en la noche. Aunque estas necesidades de la planta parecen un limitante, las plantas de pimiento pueden soportar temperaturas mínimas de 13 hasta 40 °C, según de la variedad que se trate, pero no se recomienda mantenerlas en estos extremos durante mucho tiempo.
Los saltos térmicos, es decir cambios drásticos en la temperatura, ocasionan desequilibrios vegetativos en las plantas de pimiento. Las bajas temperaturas, 10 °C y menores, durante el desarrollo del botón floral dan lugar a daños y malformaciones en las flores, como pétalos enroscados o acortamiento de los estambres y pistilo. Por otro lado, el calor extremo puede llegar a provocar a las plantas aborto floral y frutal.
La humedad relativa idónea para su cultivo oscila entre 50 y 70%; si la humedad es muy elevada puede provocar la aparición de enfermedades aéreas. Por otro lado, una humedad relativa baja combinada con altas temperaturas puede también causar caída de frutos y flores. En cuanto a la luminosidad, exige mucha luz solar, sobre todo en los primeros estados de desarrollo de la planta y durante la floración.

Dependiendo de la profundidad y textura de la tierra, sus raíces pueden ser profundas, llegando a alcanzar una longitud horizontal hasta de un metro. Los pimientos prefieren suelos franco-arenosos con un buen drenado, preferentemente con una materia orgánica del 3 al 4%. Sus valores de pH óptimos están entre 5, 6 y 7, aunque con el drenado adecuado puede resistir una acidez mayor.
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Salud y resistencias a enfermedades
Uno de los factores más importantes que debes considerar es la salud de las variedades que sembrarás y la capacidad que tengan para resistir enfermedades en las diferentes temporadas del año. A continuación mencionaremos tres de las enfermedades que más afectan los pimientos.
El tobamovirus (Tm) tiene como agente causal el virus del mosaico del tabaco y se transmite mecánicamente. Sus síntomas son variables, pero incluyen un mosaico clorótico, deformidad, y en ocasiones necrosis y defoliación. Las plantas jóvenes pueden presentar un crecimiento deficiente, desarrollar clorosis, además que los frutos pueden resultar muy pequeños y con una forma poco atractiva para el mercado.
Xanthomonas campestris pv. Vesicatoria es el patógeno que causa la mancha bacteriana (Xcv). Sus síntomas aparecen en las hojas como manchas oscuras circulares, aunque la enfermedad puede apreciarse en toda la planta, desde sus tallos a sus frutos. Al final, la planta sufre defoliación y los frutos desarrollan pequeñas manchas acuosas.
El virus de la marchitez manchada del tomate (TSWV) se presenta con pequeñas manchas naranjas y amarillas en las hojas más viejas, que con el tiempo aumentan de tamaño y se vuelven oscuras, matando el follaje. Las plantas severamente infectadas se atrofian y tienen un aspecto de estar marchitas. En el peor de los casos, las plantas pueden ser afectadas por una necrosis severa.
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Características físicas
Es necesario que consideres importantes las cualidades físicas de tus pimientos pues es lo que tanto productores, procesadores y consumidores pueden apreciar a simple vista para juzgar su calidad o condición.

Un pimiento atractivo en el mercado no sólo es bueno por ser de un color brillante, con apariencia sana y de buen sabor, sino también por ser capaz de resistir el maltrato que pueda surgir durante la cosecha o la etapa de traslado a los puntos de venta. Lo que le da al pimiento esta valiosa cualidad son unas paredes gruesas, necesarias para que tenga la firmeza para resistir un posible trato rudo y además le asegure una larga vida de anaquel.
Para obtener el máximo rendimiento en tu ciclo agrícola, la planta de pimiento debe poseer un balance en cuanto a sus características, es decir tener al mismo tiempo un buen follaje, tamaño y un fuerte amarre de frutos. La precocidad en una planta puede llegar en casos a resultar en frutos con peso deficiente, pero esto puede combatirse al elegir variedades que tengan paredes internas de buen grosor.
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¡Gracias por leernos una vez más! Te deseamos un productivo y eficiente inicio de siembra. Mantente al pendiente para próximos blogs Seminis donde podrás encontrar más valiosa información agrícola.
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las fuentes citadas y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca de:
http://www.infoagro.com/hortalizas/pimiento.htm
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este cultivo específico.