Seminis Sudamérica - Manejo de la Fusariosis Vascular de la Sandía

La Enfermedad y el Patógeno

La fusariosis es una de las enfermedades de mayor importancia en términos económicos de la sandía. La enfermedad se encuentra presente a nivel mundial y puede producir pérdidas de la producción de hasta el 100% en ataques severos (1).

El patógeno que causa la enfermedad es el hongo Fusarium Oxysporum forma especial Niveum (FON). Forma especial Niveum indica la versión del patógeno que infecta de manera específica a la sandía.

Existen cuatro razas conocidas de FON, las que pueden estar distribuidas en todas las áreas productivas de forma individual o conjunta. Cada raza es capaz de infectar de manera única, por lo que una misma variedad puede ser resistente a una raza, y al mismo tiempo ser susceptible a otra raza del mismo hongo.

FON puede sobrevivir en el suelo por 15 a 20 años en ausencia de una planta susceptible de sandía. Así que una vez que se introduce el patógeno en el área, es muy difícil deshacerse de éste completamente. El hongo infecta las raíces e ingresa a la xilema (tejido que conduce agua) de la planta. La presencia del hongo en la xilema restringe el flujo de agua y nutrientes, lo que produce fusariosis de la planta.

Síntomas de la Enfermedad

Los síntomas iniciales de la fusariosis incluyen que las hojas se tornen de color verde grisáceo opaco y marchitez con el calor del día. Las hojas más maduras tienden a marchitarse primero y la marchitez puede ser unilateral, por lo que afecta únicamente a una o dos guías de una planta. De inicio, las guías que se marchitan durante el día se recuperan en la noche, pero, poco a poco la marchitez se hace permanente y, por último, provoca la muerte de la planta.

Pueden verse rayas cafés en el tejido vascular del tallo inferior y su propagación hacia las guías (Figura 1). El fruto que se forma en las plantas infectadas es, con frecuencia, pequeño y deforme y tiende a presentar cracking (rajarse) o a quemarse con el sol conforme madura(1).

Figura 1. Síntomas de decoloración vascular de la fusariosis. Universidad de Clemson – Serie de diapositivas de la extensión de cooperación del Departamento de Agricultura de los EE. UU. [USDA, por sus siglas en inglés], Bugwood.org Figura 1. Síntomas de decoloración vascular de la fusariosis. Universidad de Clemson – Serie de diapositivas de la extensión de cooperación del Departamento de Agricultura de los EE. UU. [USDA, por sus siglas en inglés], Bugwood.org

Condiciones Favorables

El monocultivo, es la principal razón de la presencia de FON en los campos, ya que el patógeno permanece en estos años tras año en el suelo, incrementando su concentración cada año de cultivo. Condiciones que pueden fomentar el desarrollo de fusariosis son suelos livianos y arenosos, suelos ácidos, el uso de fertilizantes a base de nitrato (NO3), la presencia de nematodos parasíticos de plantas, por ejemplo, los nematodos que provocan nódulos.

La infección de las raíces se ve favorecida por condiciones frías y húmedas en la primavera, pero la expresión de los síntomas de marchitez es más pronunciada durante los periodos cálidos y secos, cuando aumenta la demanda de agua en las plantas3.

Control de la Enfermedad

El uso de almácigos sanos es clave para dar pie a un buen cultivo. Las bandejas de almácigos deben ser descartadas, o de reutilizarlas, deben ser bien lavadas y desinfectadas. Sumergir las bandejas en algún fungicida previo al trasplante es aconsejable para partir protegidos desde el inicio.

También es importante prevenir la diseminación del patógeno en otras áreas del campo, por lo que el manejo, limpieza y desinfección de herramientas y equipos es una labor clave para prevenir la aparición de la enfermedad en otros sectores de cultivo.

Un método eficaz de controlar la fusariosis es el uso de variedades resistentes. Las variedades diploides (con semilla) y triploides (sin semilla) más populares son resistentes a las Razas 0 y 1(4). Sin embargo, la resistencia puede quebrarse en sectores con altas presión de patógenos y mediante otras condiciones que favorecen el desarrollo de la enfermedad(5). En la actualidad, no existen variedades de sandía con pulpa roja comerciales con resistencia a la Raza 2 o 3.

Otra forma de tener resistencia a la enfermedad es injertar plantas de sandía en portainjertos resistentes a la fusariosis(6). Estos pueden ser Lagenarias o Zapallos interespecíficos. Debido a que el patógeno infecta a través de las raíces, un portainjerto resistente evita la infección de la copa o variedad comercial. Los injertos pueden proteger de manera eficaz a las plantas de las diversas razas de FON y las plantas de injertadas producen mayores rendimientos que las plantas no injertadas en campos infestados con FON.

Los injertos se usan en gran medida en algunas regiones donde se cultivan las sandías, por ejemplo, en Europa y Asia.

Pese a que FON puede mantenerse viable en el suelo en ausencia de plantas de sandía susceptibles por hasta 20 años, la rotación de los cultivos a largo plazo es una estrategia importante para controlar esta enfermedad. El objetivo principal de la rotación de cultivos es evitar la acumulación del inóculo en el suelo. Un estudio determinó que los niveles de inóculo se redujeron 20% después de un año, 40% después de 2 años y 50% después de 3 años sin cultivo de sandía(2). La recomendación para suelos altamente infestados sería plantar sandías en el campo una vez cada cinco a siete años únicamente y nunca se deberán plantar sandías en el mismo lugar por dos años seguidos.

Información adicional

Para obtener información adicional sobre agronomía, no dude en comunicarse con su representante local de semillas. Desarrollado en asociación con Tecnología, Desarrollo y Agronomía de Bayer Crop Science.

Los resultados podrían variar por caso, así como el desempeño también podría variar entre ubicaciones y entre años. La información que se proporciona en este artículo podría no reflejar los resultados que usted podría obtener, puesto que varían las condiciones de cultivo, el suelo y el clima. Los agricultores deberán evaluar los datos de distintas ubicaciones y años siempre que resulte posible.

SIEMPRE LEA Y SIGA LAS INDICACIONES DE LA ETIQUETA DE LOS PLAGUICIDAS.

Las recomendaciones de este artículo se basan en la información obtenida de las fuentes citadas y se deberá usar como referencia rápida para conocer información sobre sandías y fusariosis. El tenor de este artículo no sustituye la opinión profesional de los productores, cultivadores, agrónomos, patólogos ni profesionales similares que se encargan de este cultivo en específico. SEMINIS NO GARANTIZA LA PRECISIÓN DE LA INFORMACIÓN O RECOMENDACIONES TÉCNICAS DEL PRESENTE Y SE EXIMIRÁ DE TODA RESPONSABILIDAD EN CASO DE DEMANDAS SUSTENTADAS EN DICHA INFORMACIÓN O RECOMENDACIONES. 160330083927 DME061316.

Referencias

  1. 1. Egel, D. S. and Martyn, R. D. 2013. Fusarium wilt of watermelon and other cucurbits. The Plant Health Instructor. DOI: 10.1094/PHI-I-2007-0122-01.2.
  2. 2. Everts, K. L. and Himmelstein, J. C. 2015. Fusarium wilt of watermelon: Towards sustainable management of a re-emerging plant disease. Crop Protection, Vol 73:93-99.
  3. 3. Rodriguez Salamanca, L. 2014. Managing diseases caused by Fusarium: The case of watermelon wilt. Michigan State University Extension.
  4. 4. Egel, D. and Hoke, S. 2011. Evaluation of triploid watermelon cultivars for resistance to Fusarium wilt, 2010. PDMR 5: V021.
  5. 5. Davis, R. M., Turini, T. A., Aegerter, B. J., and Stapleton, J. J. 2012. Fusarium wilt (watermelon). UC IPM, UC Pest Management Guidelines.
  6. 6. Keinath, A. P. and Hassell, R. L. 2014. Suppression of Fusarium wilt caused by Fusarium oxysporumf. sp. niveumrace 2 on grafted triploid watermelon. Plant Dis. 98:1326-1332.
  7. 7. Everts, K. L., Egel, D. S., Langston, D., and Zhou, X. Chemical management of Fusarium wilt of watermelon. CropProtection, Vol66:114-119.
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