Agente causal
Pantoea ananatis (syn. Erwinia ananatis), P. agglomerans (syn. E. herbicola).
Distribución
Perú, Polonia, Sudáfrica y Estados Unidos (Colorado, Georgia, Míchigan y Nueva York).
Síntomas
A menudo, los síntomas primero se presentan como lesiones acuosas entre blanco y café claro en el interior de las hojas. La lesión foliar tiende a fusionarse rápidamente, lo que causa que las hojas afectadas se sequen y se marchiten. Los patógenos se desplazan de las hojas al cuello del bulbo, y como consecuencia se produce la coloración amarillenta-café claro. Cuando la infección es grave, todas las hojas pueden verse afectadas, dando una apariencia blancuzca a la planta. Las infecciones bacterianas secundarias pudren el tejido interior del bulbo y producen un olor fétido. En condiciones que favorecen la enfermedad, las pérdidas del cultivo pueden llegar al cien por ciento.

Condiciones para el desarrollo de la enfermedad
Ambos patógenos se transmiten desde la semilla y pueden sobrevivir en varios cultivos hospederos (maíz, algodón, melón, piña, arroz, azúcar, caña). También pueden sobrevivir de manera epifítica en la maleza y los restos de cultivo. Se pueden esparcir con el viento, por salpicaduras de agua y los trips. La infección se beneficia de temperaturas de moderadas a altas y de las lluvias durante la iniciación del bulbo.
CONTROL
Es necesario examinar las semillas que se producen en áreas de alto riesgo antes de plantarse para evitar que porten Pantoea ananatis y Pantoea agglomerans. Se sabe que algunos tipos de cebolla son más propensos que otros a contraer esta enfermedad. Evitar plantar las variedades propensas donde hay un riesgo elevado de enfermedad. Controlar la maleza, las cebollas salvajes y los trips. Considerar el riego por goteo en lugar del riego por aspersión y evitar trabajar en el terreno cuando el follaje esté mojado. Evitar el abuso de fertilizantes nitrogenados. Para la prevención, los bactericidas a base de cobre pueden proporcionar control cuando el riesgo de la enfermedad es de baja a moderada. Comenzar a utilizar aerosoles dos semanas antes de la formación de los bulbos y repetir la aplicación cada 5-7 días a partir de esa fecha. Cultivar a profundidad después de la cosecha para que los restos del cultivo se descompongan. Se recomienda un mínimo de rotación de tres años a cultivos no hospederos en el terreno donde la enfermedad estuvo presente.