Enfermedades foliares micóticas de la cebolla

» Las enfermedades foliares micóticas de la cebolla generalmente ocurren durante periodos de clima húmedo o de riego por aspersión.

» Las bajas temperaturas favorecen al mildiú lanoso, mientras que las temperaturas un poco más altas favorecen a la mancha púrpura y al tizón de la hoja por Stemphylium.

» Un sistema de manejo integral de la rotación de cultivos, administración del agua, saneamiento, y fungicidas foliares puede usarse para controlar estas enfermedades.

El bulbo de una cebolla, el producto cosechado, se desarrolla como un resultado de las hojas de la planta de la cebolla que producen azúcares a través de la fotosíntesis y, posteriormente, estos azúcares se translocan hacia el interior del bulbo en desarrollo. Cualquier cosa, incluyendo la enfermedad, que afecte este proceso tendrá impacto en la cosecha y en la calidad de la producción de la cebolla. Las enfermedades foliares micóticas pueden provocar la necrosis de las hojas, así como la muerte prematura de las hojas de la cebolla. La pérdida de tejido verde reduce la absorción de los tratamientos inhibidores de la germinación, lo que resulta en la disminución del tiempo de almacenamiento de los bulbos. Además, si las hojas de las cebollas mueren cuando se encuentran erguidas, la humedad puede llegar hasta el cuello del tallo, lo que resulta en problemas bacterianos durante el almacenamiento

Tres de las enfermedades foliares con mayor impacto son el mildiú lanoso, la mancha púrpura y el tizón de la hoja por Stemphylium. Estas tres enfermedades se dispersan a través del viento y la lluvia, y se desarrollan con mayor facilidad en condiciones húmedas. Estas producen lesiones en las hojas, y las tres pueden controlarse con estrategias similares.

Mildiú lanoso. El primer síntoma visible de la infección ocasionada por el patógeno del mildiú lanoso es la formación de un crecimiento café-morado-tinto en las hojas (Figura 1A), que puede observarse con mayor facilidad en las primeras horas de la mañana cuando aún hay rocío.¹ Este crecimiento es la formación de esporangios similares a las esporas, que se utilizan para propagar el agente patógeno e iniciar nuevas infecciones. En las áreas infectadas de las hojas, se desarrollan lesiones verde pálido. Con el tiempo, estas lesiones se tornan de color amarillo y luego café, y se necrosan. A medida que se propagan, las lesiones rodean eventualmente las hojas, lo que provoca su colapso. Además, el mildiú lanoso también afecta a los tallos con semillas y al tejido del bulbo, lo que resulta en bulbos que se tornan suaves y se marchitan cuando están almacenados. Por lo general, esta enfermedad primero se presenta en pequeños parches, pero en condiciones favorables, puede propagarse rápidamente a lo largo de todo el campo. ²

Mancha púrpura. Las hojas más viejas son más susceptibles a sufrir infecciones ocasionadas por el hongo que provoca la mancha púrpura; por lo que, los síntomas usualmente aparecen primero en esas hojas. Inicialmente, las lesiones son acuosas con centros blancuzcos y, por lo general, estas lesiones se forman primero cerca de las puntas de las hojas. Con el tiempo, los bordes de las lesiones se vuelven de cafés a púrpuras.³ Se forman círculos concéntricos de color café obscuro en las lesiones (Imagen 1B) resultado de los hongos que producen esporas en la noche. Las lesiones se expanden y con el tiempo rodean la hoja, provocando que la hoja caiga. El hongo puede crecer hasta el cuello del tallo (parte superior) del bulbo e infectar la capa carnosa interna. Al principio, el tejido infectado del bulbo es de color amarillo brillante, con el tiempo, se vuelve de color vino tinto.

Tizón de la hoja por Stemphylium. Al igual que la mancha púrpura, las lesiones de la infección por Stemphylium al principio son pequeñas, de color amarillo claro a café y, parecen empapadas de agua, aunque, no se desarrolla ningún color púrpura con las lesiones por Stemphylium. Conforme se desarrollan, los centros de las lesiones se vuelven de color café a marrón. Varias lesiones pequeñas se pueden expandir y fusionarse, provocando un deterioro de grandes áreas de la hoja. El Stemphylium casi siempre comienza con la muerte del tejido de la hoja, en especial, quemadura de la punta.⁴ El agente patógeno infecta únicamente las hojas, sin moverse en el tejido del bulbo, pero la pérdida de área fotosintética puede reducir en gran medida el tamaño del bulbo.

Estos tres patógenos pueden infectar a las cebollas y a otras especies Allium, incluyendo los ajos, el puerro, el chalote y el cebollín.⁵ Los agentes patógenos pueden sobrevivir en la maleza de las plantas de cebolla en el campo, en los restos de las plantas infestadas y, en los bulbos desechados en los montones de desechos. Las tres enfermedades se ven favorecidas por condiciones húmedas y, la infección ocurre cuando las capas de agua están presentes en las superficies de la planta.

El mildiú lanoso se ve favorecido por condiciones húmedas y frías. Las condiciones óptimas incluyen los niveles de humedad relativa por encima de 95% y de 1.5 a 7 horas de humedad de la hoja.² Las temperaturas entre 50° y 55°F son las más favorables, aunque, la enfermedad se puede desarrollar a temperaturas entre 39° y 77°F. La enfermedad es menos común en las áreas de cultivo del sur en donde las condiciones casi siempre son muy cálidas para el desarrollo de la enfermedad.⁵ Los esporangios (estructuras similares a las esporas) producidos por el agente patógeno se puede dispersar a largas distancias en el viento. Una vez que los esporangios aterrizan en una planta de cebollas pueden, ya sea germinar directamente ocasionando un solo punto de infección o, pueden producir varias esporas acuáticas (zoosporas) que se extienden en el agua en las superficies de la planta e inician múltiples infecciones.

La mancha púrpura requiere de largos periodos de humedad de la hoja (12 horas o más) y niveles de humedad relativa por encima de 90% para que la infección se presente.⁴ La temperatura óptima para la infección y el crecimiento de este patógeno es 77°F con un pequeño crecimiento por debajo de 55°F. De esta manera, la enfermedad se propaga con mayor facilidad durante condiciones que son más cálidas que las favorables para el mildiú lanoso. Al igual que el mildiú lanoso, las esporas de este patógeno se dispersan por el aire y la lluvia que salpica. Los síntomas en las hojas se desarrollan muy rápido, casi siempre en un periodo de uno a cuatro días después de la infección y, las nuevas esporas se pueden producir en tan solo cinco días después de la infección.

El tizón de la hoja por Stemphylium se ve favorecido por periodos largos de humedad de la hoja y temperaturas cálidas, condiciones similares a las que se necesitan para la mancha púrpura. La humedad de la hoja es necesaria para la infección mediante este agente patógeno y la lluvia que dura más de 24 horas puede provocar múltiples infecciones que se fusionan en grandes áreas plagadas de la hoja.¹

Varias estrategias de manejo se pueden utilizar para controlar estas tres enfermedades foliares. Primero, evite los trasplantes de siembras enfermas e inspeccione los trasplantes para ver que no haya síntomas de la enfermedad antes de la siembra. Algunos de estos agentes patógenos se pueden encontrar en las semillas, pero no queda claro qué tan efectivo es el inóculo transmitido por semilla al iniciar la enfermedad en las plántulas o en las plantas maduras. Siempre se recomienda sembrar semillas tratadas.

Es importante implementar buenas prácticas sanitarias para reducir la cantidad de inóculo presente. Enterrar los restos de plantas, eliminar la maleza de las plantas de cebolla y retirar los montones de desechos que pueden ser fuentes de estos patógenos. Las rotaciones de cultivos de tres a cuatro años de la cebolla y los cultivos relacionados ayudarán a prevenir el crecimiento del inóculo de estos tres agentes patógenos.

Orientar las filas de siembra en dirección de los vientos dominantes para fomentar el buen flujo del aire en el follaje y reducir los niveles de humedad relativa local. Evitar el riego por aspersión o aplicar  riego por rociador en la mañana, de esta manera el follaje de la planta se seca antes del anochecer. La promoción de un buen drenaje del campo también ayuda a reducir los niveles de humedad en el follaje denso.² Las prácticas de cultivo que reducen la quemadura de la punta, incluyendo la adecuada fertilización y riego y, la selección de las variedades que no son propensas a quemadura de la punta, pueden reducir las pérdidas por Stemphylium.

Iniciar aplicaciones de fungicida a las primeras señales de la enfermedad en el área de siembra. Varios fungicidas están disponibles para cada una de estas enfermedades y algunos fungicidas son efectivos para múltiples enfermedades. Los productores deben tener en cuenta las limitaciones de la etiqueta para el número de aplicaciones o la cantidad del producto que se puede aplicar por temporada, así como a cualquier restricción en el intervalo previo a la cosecha (PHI). Existen también restricciones acerca de las aplicaciones al tejido expuesto del bulbo con algunos fungicidas. Puede ser necesario reducir los intervalos de aplicación de acuerdo a las instrucciones de la etiqueta, si las condiciones son en particular favorables para el desarrollo de la enfermedad. Verificar las recomendaciones actuales de Extensión estatal para los fungicidas específicos que se van a usar para cada una de estas enfermedades. En general, se recomienda Fosetil-Al, clorotalonil y mancozeb para controlar el mildiú lanoso. El mancozeb, el clorotalonil y la iprodiona han demostrado ser efectivos para contener la mancha púrpura y, la boscalida y la piraclostrobina también han demostrado ser eficaces para esta enfermedad. Se ha encontrado que menos fungicidas controlan de forma efectiva el tizón de la hoja por Stemphylium, pero se ha demostrado que la iprodiona, la boscalida y la piraclostrobina moderan esta enfermedad.

¹ Schwartz, H. and Mohan, S. K. 2008. Compendium of onion and garlic diseases and pests [Compendio de las enfermedades y plagas de la cebolla y el ajo], segunda edición. APS Press, St. Paul, MM.

² Davis, R. M. and Aegerter, B. J. 2008. Onion and garlic: Downy mildew [Cebolla y ajo: Mildiú lanoso]. Lineamientos de la UC sobre el Manejo de Plagas. Universidad de California IPM.

³ Reiners, S. and Seaman, A. (Eds). 2016. Cornell Integrated Crop and Pest Management Guidelines for Commercial Vegetable Production [Lineamientos de Cornell de Gestión Integral de Cultivos y Plagas para la Producción Comercial de Verduras].

⁴ Langston, D. B. 2014. Diseases of Vidalia onions [Enfermedades en las cebollas de Vidalia]. In Onion production guide [Guía sobre la producción de cebollas]. Eds., Boyhan and Kelly. Extensión de la Universidad de Georgia. B 1198-2.

⁵ Lorbeer, J. and Andaloro, J. 1984. Onions-downy mildew [Mildiú lanoso de las cebollas]. Ficha Técnica de los Cultivos de Verduras de la Universidad Cornell: hoja 737.2.

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Los resultados podrían variar por caso, así como el desempeño también podría variar entre ubicaciones y entre años. La información que se proporciona en este artículo podría no reflejar los resultados que usted podría obtener, puesto que varían las condiciones de cultivo, el suelo y el clima. Los cultivadores deberán evaluar los datos de distintas ubicaciones y años siempre que resulte posible. SE RECOMIENDA LEER SIEMPRE LAS INDICACIONES DE LAS ETIQUETAS DE LOS PLAGUICIDAS. Las recomendaciones de este artículo se basan en la información obtenida de las fuentes citadas y se deberá usar como referencia rápida para conocer información sobre cómo cultivar este cultivo. El tenor de este artículo no sustituye la opinión profesional de los productores, cultivadores, agrónomos, patólogos ni profesionales similares que se encargan de este cultivo en específico.

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