Virus rugoso del tomate

» Una nueva enfermedad viral que afecta a los tomates, observada por primera vez en Israel en 2014, se ha detectado también en Europa, Medio Oriente y Norteamérica.

» No hay variedades de tomate resistentes al Tomato brown rugose fruit virus.

» La prevención de la propagación del virus es, actualmente, el mejor medio para el control (manejo) de la enfermedad.

HISTORIA DE LA ENFERMEDAD

En 2014 se observaron síntomas de características virales en plantas de tomate en Israel1. Los síntomas eran similares a aquellos causados por tobamovirus, incluyendo al Tobacco mosaic virus o virus del mosaico del tabaco (TMV) y al Tomato mosaic virus o virus del mosaico del tomate (ToMV), pero las variedades que presentaron los síntomas contenían el gen Tm-22, el cual provee resistencia a ambos virus. Síntomas similares ocurrieron en variedades de tomate Tm-22 en Jordania en 20152.

Las pruebas en dichas plantas revelaron la presencia de un nuevo virus, estrechamente relacionado al TMV y ToMV, en el grupo de los tobamovirus. Al nuevo virus se le llamó Tomato brown rugose fruit virus (TBRFV) [también abreviado como ToBRFV en algunos artículos].

Figura 1. Síntomas foliares de infección por TBRFV en tomates: (A) decoloración en mosaico de las hojas (B) estrechamiento y distorsión de las láminas de las hojas. Figura 1. Síntomas foliares de infección por TBRFV en tomates: (A) decoloración en mosaico de las hojas (B) estrechamiento y distorsión de las láminas de las hojas.

El TBRFV se identificó en cultivos de jitomate en Alemania y el sur de Italia en 20183. Al parecer la enfermedad fue erradicada en Alemania, pero el virus se detectó nuevamente en Italia a principios de 2019. El virus se identificó también en plantas de jitomate en un invernadero en California (EUA) en 2018. Todas las plantas del invernadero que fueron infectadas se destruyeron, y la enfermedad se considera erradicada en California. El TBRFV también fue detectado en México en 2018, y los esfuerzos para erradicar el virus se encuentran en marcha.

SÍNTOMAS

Se desarrollan síntomas de mosaico leves a severos en las hojas de las plantas infectadas por TBRFV (Figura 1). La coloración amarillenta de las venas de la hoja y el estrechamiento de las láminas de las hojas ocurren ocasionalmente. Los síntomas se desarrollan comúnmente en las hojas superiores1. Se forman manchas amarillas y se desarrollan parches rugosos (arrugados) marrones en la superficie de la fruta infectada (Figura 2)2. A veces se forman lesiones necróticas (marrones, muertas) en los pedúnculos, pedicelos y en las hojas del cáliz de la fruta del tomate. La enfermedad suele ser más severa en tiempos de estrés, tales como periodos de calor durante el verano o periodos de frío durante el invierno.

La ocurrencia y severidad de los síntomas varían de acuerdo a la edad de la planta al momento de la infección; los síntomas más severos se presentan en plantas infectadas a edades más tempranas. La variedad del tomate y sus condiciones de cultivo (temperatura y luz) también afectan la expresión de los síntomas, al igual que la carga frutal y el estado nutricional. Los síntomas se desarrollan dentro de los 12 a los 18 días de la infección, y la enfermedad puede resultar en pérdidas de rendimiento entre 30 al 70%1,2.

LOS TOBAMOVIRUS Y EL TBRFV

El Tomato brown rugose fruit virus se ha identificado como miembro del género Tobamovirus, que contiene también al virus del mosaico del tabaco y al virus del mosaico del tomate2. Estos virus son muy estables fuera de la planta huésped, lo cual es inusual para virus de plantas. Las partículas de los tobamovirus pueden sobrevivir en restos de cultivos, en la tierra, así como en implementos, estacas, alambres de enrejado, contenedores, bancas de invernadero y semilleros durante meses o años. Estos virus se transmiten mecánicamente en la savia de la planta infectada, lo que significa que cualquier cosa que transmita la savia infectada de una planta a otra puede propagar la enfermedad. Por lo tanto, el TBRFV se puede propagar fácilmente durante las operaciones de producción comercial que incluye el trasplante, la poda, el entutorado, el enrejado, el atado, la pulverización y la cosecha4,5.

El TMV y el ToMV son virus transmitidos por semillas, y, aunque no ha sido verificado, se presume que el TBRFV también puede transmitirse a través de las semillas1. El TBRFV puede propagarse mediante abejorros contaminados. Los abejorros que recolectan polen de plantas de tomate infectadas con el TBRFV transmiten el virus cuando visitan las flores de plantas de tomate sanas. Los abejorros son importantes polinizadores de tomate en sistemas de cultivo protegidos, y también visitan flores de tomate en plantaciones del campo.

Por lo tanto, las abejas pueden ser importantes propagadoras de la enfermedad tanto en el campo como en sistemas de cultivo protegidos4. El rango de huéspedes del TBRFV incluye al tomate y al pimiento (Capsicum) como huéspedes principales, con infecciones documentadas bajo condiciones naturales. Los experimentos de inoculación han demostrado que el TBRFV puede infectar al tabaco, la hierbamora (solanácea), varias especies de Chenopodium y Chenopodiastrum, y a la petunia. Hasta ahora no ha sido demostrado que la berenjena y la papa sean huéspedes del virus1.

Figura 2. Síntomas de la fruta: (A) lesiones necróticas marrones, (B) superficie rugosa de la fruta, rayado marrón y necrosis del cáliz. Figura 2. Síntomas de la fruta: (A) lesiones necróticas marrones, (B) superficie rugosa de la fruta, rayado marrón y necrosis del cáliz.

MANEJO

No se han encontrado variedades de tomate resistentes al TBRFV. Las variedades difieren en la severidad de la expresión de los síntomas. Sin embargo, incluso las variedades con síntomas leves pueden contener altos niveles de TBRFV en sus tejidos y pueden funcionar como fuentes de inoculación para otras plantas de pimiento y tomate. Los principales genes de resistencia (Tm-1, Tm-22) en el tomate que proveen resistencia para otros tobamovirus no proveen resistencia al TBRFV1,2,5.

Los esfuerzos para controlar el TBRFV se centran actualmente en el uso de estrictas prácticas de sanidad. Debido a que el virus se propaga fácilmente en las manos y la ropa, se debe alentar a los trabajadores a lavarse las manos con regularidad durante el día, al uso de ropa limpia diariamente, y a lavar sus zapatos antes y después de ingresar a los invernaderos, o a usar cobertores de zapatos limpios y desechables al ingresar a los invernaderos5. Las herramientas utilizadas en el trasplante del tomate y para las operaciones en campo deben ser desinfectadas con regularidad utilizando soluciones de lejía de uso doméstico (NaOCl diluido al 0.5%), desinfectante y virucida Vikron® S, o leche sin grasa (descremada)6. Para la producción de trasplantes, los trabajadores deben agruparse para trabajar en áreas específicas, y la movilización de trabajadores entre invernaderos debe ser mínimo. Las estacas, las bandejas, y las superficies de los invernaderos deben limpiarse y desinfectarse minuciosamente entre plantaciones. Las cajas, plantas y otros materiales de origen externo, no deben introducirse a los invernaderos cuando los semilleros se están cultivando. Los lotes de semillas deben analizarse para detectar la presencia de tobamovirus (incluyendo el TBRFV). La Federación Internacional de Semillas (ISF por sus siglas en inglés) recomienda métodos específicos para su detección7            

Las compañías de semillas pueden tratar las semillas con productos químicos o calor para reducir la presencia de partículas infecciosas de los virus. Los tratamientos con ácido clorhídrico (HCl), lejía (NaOCl), y el fosfato trisódico (TSP) han demostrado ser efectivos para reducir la presencia del TMV y ToMV en la semilla de tomate, y se asume que estos tratamientos también son efectivos para reducir la presencia de TBRFV. También se ha demostrado que los tratamientos de las semillas con calor seco son eficaces para reducir la presencia de algunos virus de tomate transmitidos por semillas5,8,9.

Los agricultores deben evitar plantar la semilla directamente o el trasplante en campos con residuos de raíces y cultivos de tomate o pimiento, o plantar en áreas previamente infectadas5. Se recomienda la destrucción inmediata de los restos de cultivos después de la cosecha final. Para minimizar la expresión de los síntomas, los cultivadores pueden disminuir el estrés en las plantas y proporcionar las condiciones óptimas de cultivo. Promover un buen equilibrio de crecimiento generativo y vegetativo mediante la reducción de las cargas frutales puede ayudar a reducir el estrés de las plantas, al igual que garantizar niveles adecuados de fertilización durante etapas críticas del crecimiento.

REFERENCIAS

1 Luria, N., Smith, E., Reingold, V., Bekelman, I., Lapidot, M., Levin, I., Elad, N., Tam, Y., Sela, N., Abu-Ras, A., Ezra, N., Haberman, A., Yitzhak, L., Lachman, O., and Dombrovsky, A. 2017. A New Israeli tobamovirus isolate infects tomato plants harboring Tm-2(2) resistance genes. Plos One 12.
2 Salem, N., Mansour, A., Ciuffo, M., Falk, B., and Turina, M. 2016. A new tobamovirus infecting tomato crops in Jordan. Archives of Virology 161:503-506.
3 EPPO Global Database. https://gd.eppo.int/taxon/TOBRFV
4 Levitzky, N., Smith, E., Lachman, O., Luria, N., Mizrahi, Y., Bakelman, H., Sela, N., Laskar, O., Milrot, E., and Dombrovsky, A. 2019. The bumblebee Bombus terrestris carries a primary inoculum of Tomato brown rugose fruit virus contributing to disease spread in tomatoes. Plos One 14.
5 Jones, J., Zitter, T., Momol, T., and Miller, S. 2014. Compendium of tomato diseases and pests, second edition. American Phytopathological Society, St. Paul, MN.
6 Li, R., Miller, S. A., Baysal-Gurel, F., Ling, K. S., and Kurowski, C. J. 2015. Evaluation of disinfectants to control mechanical transmission of tomato viruses and viroids in greenhouse tomatoes. IV International Symposium on Tomato Diseases 1069:221-227.
7 Method for the detection of infectious tobamoviruses on tomato seed. International Seed Federation. https://www.worldseed.org/our-work/phytosanitary-matters/-seed-health/ishi-veg-protocols/
8 Paylan, I. C., Erkan, S., Cetinkaya, N., Ergun, M., and Pazarlar, S. 2014. Effects of Different Treatments on the inactivation of various seedborne viruses in some vegetables. OzoneScience & Engineering 36:422-426.
9 Ling, K.-S. 2010. Effectiveness of chemo- and thermotherapeutic treatments on Pepino mosaic virus in tomato seed. Plant Dis. 94:325-328.

Sitios web verificados 2-18-2019.

INFORMACIÓN ADICIONAL

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Los resultados podrían variar por caso, así como el desempeño también podría variar entre ubicaciones y entre años. La información que se proporciona en este artículo podría no reflejar los resultados que usted podría obtener, puesto que varían las condiciones de cultivo, el suelo y el clima. Los cultivadores deberán evaluar los datos de distintas ubicaciones y años siempre que resulte posible. SE RECOMIENDA LEER SIEMPRE LAS INDICACIONES DE LAS ETIQUETAS DE LOS PLAGUICIDAS. Las recomendaciones de este artículo se basan en la información obtenida de las fuentes citadas y se deberá usar como referencia rápida para conocer información sobre cómo cultivar este cultivo. El tenor de este artículo no sustituye la opinión profesional de los productores, cultivadores, agrónomos, patólogos ni profesionales similares que se encargan de este cultivo en específico.

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